Oh, sí. Un caballero inglés. Como siempre que tratamos de Rob, hablamos de un chico muy educado, de una persona que sabe cómo tratar a la gente, en cualquier momento. Pase lo que pase, le digan lo que le digan. Y ahora, paro de echar flores y empiezo con la historia en la que os cuento cómo una señora puso verde a Robert Pattinson el otro día por fumar.
Estaba Rob la otra noche cenando con amigos en el Glowbal Grill, Vanvouver, cuando decidió salir un momento a fumar un cigarro a la calle. Pasaba por allí una señora con su hija, y al verlo, indignada, dicen que esto fue lo que pasó. La señora empezó a increparle: “¡Usted no puede fumar aquí!” le gritó, y entonces, sin pensárselo dos veces, le quitó el cigarro de la boca, lo tiró al suelo y lo pisoteó. Dicen que Rob estaba aturdido. Con todas las letras.
Luego le susurró: “Esto se llama tabaquismo pasivo. Conozco mis derechos. Usted debe estar al menos a 6 metros de la entrada, ¡idiota!”. Pero no olvidéis que he dicho que la señora iba con su hija, la que se supone que estaba sufriendo del humo de Rob.
Robert imediatamente empezó a deshacerse en disculpas. Pero tuvo que parar cuando la hija de la señora consiguió arrancar a hablar, o mejor, a gritar, y empezó a decir loca perdida: “¡Es Edward! … ¡Es Edward de Crepúsculo!” La señora se quedó un poco muerta. Pero parece que entendió por qué su hija estaba en estado de alucinación supina, y entonces fue ella la que empezó a disculparse.
Pero Rob, no la dejó. Rob, encantador Rob, le dijo que no había que disculparse, que, por supuesto, todo era culpa suya (vamos, como el mismísimo Edward Cullen) “No se disculpe señora. Tiene toda la razón. Tengo que dejar de fumar definitivamente.” Muero. Ya está. Muero.
Que descarada !
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